CONTRA BIENAL- GMC


Bellas Artes, Cutting 1971, impresión en papel de gelatina de plata.

.. No es el caso del segundo texto, un manifiesto de Gordon Matta Clark negándose a participar en una exhibición que Glusberg organizara en la Bienal de San Pablo de 1971. Gordon no duda, y califica a Glusberg de dudoso y manipulador. La lista de artistas norteamericanos que adhiere es cualitativamente impresionante. Un grupo importante de artistas argentinos y de otros lugares de Latinoamérica que vivían en NY en la época realizaron una contra-bienal en forma de publicación.

En 1971 Gordon Matta-Clark fue invitado a participar en la Bienal de Sao Paulo organizada por Jorge Glusberg. No obstante, rehusó la oferta en protesta por la represión del gobierno militar brasileño. En carta del 19 de mayo de dicho año el artista no sólo rechaza la invitación sino que animó a otros artistas a sumarse al boicot. De ahí surgió la idea de organizar una exposición alternativa en Chile que denunciara las condi ciones de vida en América del Sur.

Más tarde, tras abrir Food en septiembre de 1971, Matta-Clark y Jeffrey Lew hicieron un viaje a Sudamérica en dónde también se encontrarían con Carol Goodden. En un principio el motivo del viaje no era otro que ir en busca de su padre, Roberto Matta, por temor a que pudiera estar en peligro a causa del golpe militar. Pero mientras ellos se vieron inmersos en les acontecimientos, su padre se encontraba ya en París. El director del Museo de Bellas Artes, aprovechando que el edificio se encontraba en obras, les ofreció la posibilidad de trabajar allí.

Tal y como recuerda Jeffrey Lew: “Gordon y yo estábamos viajando por Sudamérica en 1971, y nos detuvimos en Santiago para buscar a su padre, Roberto Matta. (No sabíamos que estaba en París en aquel momento). Pasamos por el Museo de Bellas Artes y nos reunimos con el director Nemesio Antúnez pensando que quizá sabría como encontrar a Roberto. El museo estaba vacío en aquellas fechas, por lo que nos ofreció el lugar y mucha ayuda para realizar cualquier tipo de pieza que quisiéramos. Lo dejé a Gordon elegir emplazamiento primero, y optó por el aseo del sótano. Despedazó un urinario y construyó un sistema de lentes, hasta el techo, que reflejaba las imágenes celestes de los pájaros y las nubes sobre una pantalla o espejo justo en el urinario del sótano. Aquella pieza realmente sólo podía ser apreciada durante el día, cuando el cielo estaba luminoso. Yo realicé una escultura en el piso de arriba, en la sala principal. Parecía una excavación arqueológica. Excavé una esquina entera del ruedo ovalado y encontré todos los viejos objetos de bellas artes: de forma que realmente sólo podía apreciarse por la noche, cuando se reflejaba en la cúpula de vidrio que formaba el techo”. El museo era un edificio construído en 1910, al estilo Petit-Palais, con un gran hall bajo una cúpula monumental de vidrio que fue durante años el espacio cubierto más grande de Chile.

Alrededor de ese gran hall se distribuían las salas permanentes. Estas tenían dos pisos y en el superior se abría sobre el hall una terraza con barandillas. En 1971 el edificio se estaba remodelando para albergar una nueva sala de exposiciones. En el sótano del museo había algunas bodegas y estaban los servicios higiénicos de los empleados. Debido a la remodelación los WC estaban rotos y había un agujero en el extremo del muro que separaba los servicios de la gran excavación por donde pasaba una tubería. Matta-Clark hizo un corte en el primer piso creando una diagonal de luz entre el hoyo de los servicios hasta la cúpula de vidrio situada una veintena de metros más arriba. Con unos vidrios ópticos situados en el corte del primer piso creó un efecto de cámara oscura en el que el cielo, visto a través de la cúpula transparente se reflejaba en el hoyo del WC en el subterráneo.

Por Nicolás Guagnini