LA VIENAL [ Historia ]




El día 6 de septiembre de 1973, se inaugura la Primera Bienal Internacional de Arte de Valparaíso en el Museo de Bellas Artes Municipal. En ese momento, una serie de barcos y buques extranjeros habían encallado en el puerto, una visita sin duda particular para un día que se inscribiró en nuestro complejo imaginario político-cultural nacional.

La primera Bienal de Valparaíso seró clausurada 5 días despuós -luego del Golpe Militar del 11 de septiembre- y se reabrirón sus puertas el 15 de octubre del mismo aóo con una administración diferente de la originaria del proyecto. La Bienal seguiró su curso, se realizaró por mós de 20 aóos, siempre manteniendo como sede principal el Museo Municipal, y emplazóndose dependiendo de los requerimientos espaciales, en distintos puntos de la ciudad. Cada dos aóos se convocaba a un concurso nacional e internacional, cuyos ganadores donaban su obra para conformar la colección de arte contemporóneo del Museo. Cada certamen contaba con un católogo donde se recogía gran parte de los participantes y una ficha de la obra ganadora. Al revisar cada una de las portadas de los católogos de la Bienal de Valparaíso -en tórminos de su visualidad- es posible entender cómo esas "¿upolíticas de la representación" se transforman en una "¿urepresentación de la política municipal" que allí se manifiesta. En Valparaíso todos sabemos, que luego de la óltima Bienal Internacional de Arte, el Municipio comenzaría su nuevo "¿uproyecto cultural": la postulación a la UNESCO para designar como Patrimonio de la Humanidad los barrios históricos de la Ciudad. Cuestión que hoy complejiza aón mós estas mismas relaciones entre arte, ciudad y política, y nos hace pensar e intentar identificar ese lugar del patrimonio en Valparaíso, que como ha seóalado Josó de Nordenflycht "¿uNo es una simple metófora decir que el lugar del patrimonio no es siempre un lugar ameno; de hecho, el valor analítico de esta observación radica en que hoy la pregunta sobre el lugar espera respuestas a un malestar radicado en distintos niveles no siempre convergentes,(4) y pregunta mós adelante ¿Cual es el lugar del patrimonio en el proceso del saber que interroga al poder? ¿Cual es el lugar del patrimonio en el debate contemporóneo sobre la producción cultural? Esa producción cultural involucra una necesaria condición disensual para proponer un entramado cultural complejo y diverso, disenso que reside ciertamente en ese malestar que seóala el autor sobre el lugar y que determina una topobiografía sobre la ciudad. Entendiendo que el lugar de residencia interfiere la vida individual y colectiva, y que la intimidad solo se reconoce a partir de eso que entendemos como lo publico activado en la ciudad. Esto se complementa con otras formas de ver, vivir y entender las prócticas culturales fuera de sus lugares tradicionales, planteando con ello posibilidades de respuestas sobre conflictos colectivos y biografías individuales, que comprometen una forma de entender el lugar donde vivimos.

Por Paulina Varas