Mas cultura ¿Algo que todos queremos ver?




La baja en un 20 por ciento de los fondos concursables del CNTV para financiar programas de calidad es el último golpe que ha recibido la alicaída industria local. El escenario actual incluye un canal público que se autofinancia, una ley que obliga a exhibir una hora semanal de cultura y audiencias disconformes. Seis visiones en posición para entrar a un debate que ya está al aire.

Nicolás Rojas Inostroza
"Hay síntomas evidentes de que la televisión está perdiendo sintonía. Y eso es porque mucha gente siente que hay un uso del tiempo que no amerita la televisión abierta", dispara Cristián Leighton, director del programa "Voy y vuelvo".
Es un hecho. La TV sigue siendo la fiel compañera de millones de compatriotas. Según cifras de Time Ibope, en 2009, los chilenos vieron un promedio de tres horas y veinte minutos de televisión al día.
El espectador nacional aparece como un consumidor crítico, al menos en el papel. Una encuesta del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), realizada en 2008, reflejó que el 52,9% de los encuestados dijo estar insatisfecho con la calidad de la televisión abierta. Los consultados van más allá y apuntan, como su segunda causa de molestia, la escasa oferta de programación cultural. "Tiene sustancia y eso es lo diferente a lo otro", dijo un anónimo encuestado tratando de definir "programa cultural".
A todas luces el concepto no es fácil. La definición del CNTV considera a "programas de alta calidad que se refieran a las artes y a las ciencias, así como aquellos destinados a promover y difundir el patrimonio universal, y en particular nuestro patrimonio e identidad nacional".
En 2008, la oferta de los anhelados programas culturales representó el 1,5% del total de la parrilla en televisión abierta. La ley obliga a los canales a emitir al menos una hora de programación cultural a la semana en horarios de alta audiencia (18 a 00:30 horas en la semana; 16 a 00:30 los sábados y domingos). Las estaciones cumplen la normativa, aunque algunas lo hacen al borde del mínimo permitido. ¿Qué hay entre la ciudadanía que pide televisión cultural y los canales?
Grotesco no más
Manuela Gumucio, periodista y directora del Observatorio de Medios Fucatel, escucha cada mañana en su iPod un nuevo episodio de algún programa radial descargado desde France Culture. Sobre la oferta de la televisión abierta, señala que "evidentemente que comparado con Francia, que es un país que tiene una enorme preocupación por el alimento intelectual de sus ciudadanos, lo de Chile es grotesco no más".
La comunicadora justifica la alta sintonía de programas de dudosa calidad porque "es lo que a la gente le gusta en comparación con sus alternativas y punto".
"Los Patiperros", "Santiago no es Chile" y "Voy y vuelvo" son programas de Surreal, productora que dirige Cristián Leighton, quien afirma que la oferta de televisión cultural de calidad es escasa en horas y en el protagonismo en las parrillas programáticas.
Millonario paliativo
El Consejo Nacional de Televisión debe fomentar la televisión de calidad a través de la entrega de recursos estatales a proyectos que concursen. Para su noble misión este año tendrá un total aproximado de 3 mil 400 millones de pesos, mientras que en 2009 contó con 4 mil doscientos millones. La reducción se explica por el terremoto que sacudió al país a fines de febrero. El CNTV se ha convertido, en la práctica, en un vehículo protagónico para financiar la programación cultural. El comienzo fue lento. En 1993 el fondo contaba sólo con 60 millones de pesos.
Programas como "Los 80", "31 minutos" o "Mi mundo privado" fueron realizados gracias al fondo que premió, en 2009, a 35 espacios.
Por estos días, Jorge Navarrete está finalizando su período en la presidencia del CNTV. El ex gerente de TVN califica como absurda la hora de programación cultural obligatoria. "En mi opinión tampoco debería estar establecido un número de horas, sino un rango y dejar que el Consejo fuese viendo las situaciones que se van dando". "Si un 20 por ciento del esfuerzo, el talento y la plata que se les pone a los otros programas, se invirtieran en los culturales, tendríamos programas de bastante éxito", asegura Navarrete y no duda en admitir que el fondo es un "paliativo".
Cristián Leighton coincide plenamente: "El fondo del CNTV es parche porque financia una cantidad de horas que no supera el 2 por ciento de la parrilla anual de los canales, y también es parche porque los canales no saben cómo programar esas horas".
Alberto Gesswein, productor ejecutivo del área Bicentenario de Canal 13, está con la camiseta puesta. Su ringtone es "El tiempo en las bastillas", canción central de la premiada serie "Los 80". Reconoce que de las iniciativas premiadas por el CNTV, "el número de programas que termina siendo emitido en horarios realmente masivos es muy escaso".
TVN, ¿un canal más?
En el patio del canal del Estado una gran carpa de circo no deja entrar el sol de otoño. En su oficina, Augusto Góngora, productor ejecutivo del área cultural de TVN y conductor de "Hora 25", espera con una lista de 17 programas culturales que tiene a su cargo en 2010. Tras enumerarlos y señalar que su estación lideró la oferta cultural en televisión abierta con el 38,6% durante el año pasado, afirma que "la existencia de un programa cultural en este canal no depende de si se autofinancia o no, sino de que si cumple o no la misión editorial en el área cultural".
Bruno Bettati, presidente la Asociación de Productores de Cine y TV, es más crítico. Cuenta que las productoras independientes están obligadas a obtener el financiamiento del fondo del CNTV para integrar una idea independiente a la pantalla chica. "Ahora necesitamos políticas al respecto, que los canales se planteen nuevos horarios o que acepten nuevos programas. Si no se complementan los fondos con nuevas medidas, no pasa nada", sostiene con calma al otro lado del teléfono.
Bettati concuerda con la idea de que los espacios culturales están confinados a horarios poco atractivos para las audiencias, a lo que Góngora responde: "No hay que sacralizar un determinado horario, hay que ir a buscar dónde está el público al que le va a interesar cada programa".
El representante de los productores plantea que TVN debe volver a conectarse con la industria del cine. "Una de las diferentes modalidades que hemos propuesto es que los canales, como no pueden ponerse de acuerdo en cómo tratar a la producción independiente, depositen una parte de sus ingresos en el fondo audiovisual que está facultado, por ley, para recibir donaciones".
En concreto
En el mundo audiovisual abundan las críticas, pero también las propuestas. Cristián Leighton cree que con aumentar la inversión en el fondo del CNTV a 40 mil millones de pesos, "la televisión va a empezar a dejar una huella importante en nuestra sociedad".
Desde el canal del angelito, Gesswein detecta "un criterio de subsidiariedad a los proyectos que me parece que no ha generado los resultados esperables a nivel de industria". Su propuesta radica en que el CNTV debiera funcionar en una lógica de coproductor que invierte en un proyecto, poniendo la parte que el mercado no es capaz de financiar. El periodista no deja de reconocer el aporte del Consejo, mencionando que del total de programas que ha producido el área Bicentenario, un 31 por ciento de los recursos han sido aportados por el CNTV. El productor ejecutivo de "Los 80" cree importante "la apertura de los canales a ser más consecuentes con sus discursos y sus misiones" y destaca el caso de la serie "Héroes" que se financió con importantes aportes de la empresa privada.
"Yo creo que hay que pensar en una ley donde TVN esté a la vanguardia. Redefinir su función pública y, por otro lado, que sea realmente el gran promotor del desarrollo audiovisual en Chile. Para eso hay que terminar con el autofinanciamiento y buscar uno mixto", sentencia Leighton, quien ha obtenido los premios APES y Altazor.
¿Futuro esplendor?
En septiembre de 2009, Chile definió la norma ISDB-T con MPEG 4, creada en Japón y adaptada en Brasil, para el (no tan inminente) aterrizaje de la televisión digital terrestre. La normativa contempla que al menos un 40% de las nuevas señales estarán reservadas para canales regionales, comunitarios, educativos y culturales. "Nadie ha explicado por qué el mercado publicitario aumentaría si crecen las señales", sentencia Jorge Navarrete. Si la televisión digital implica el ingreso de nuevos actores a la televisión, la gran pregunta es cómo se financiarán.
La discusión sobre la televisión del futuro parece ser, en las voces de todos los entrevistados, la carencia más importante. Manuela Gumucio asegura que "el debate sobre las concesiones y el destino de la televisión digital lo tienen censurado todos los canales, porque no quieren que se hable, no quieren que se entienda". Desde Bellavista 0990, Augusto Góngora responde que "a medida que se inicie de verdad la discusión sobre las leyes de televisión digital y pública, el caudal de información sobre esos temas va a aumentar".
Cristián Leighton cree que lo central de la TV digital es la diversidad de contenidos y se pregunta "¿por qué la gente hoy ve YouTube? Si la calidad del video es muy baja, entonces no está privilegiando la alta definición". Agrega que ciertos grupos culturales debieran tener el apoyo del Estado para difundir su cultura. Pone por ejemplo al pueblo mapuche: "No puede ser que sólo aparezcan quemando neumáticos y tomándose fundos".
Las salidas que vislumbra el presidente del CNTV son: la creación de señales con nichos específicos, la ampliación de frecuencias de los canales que hoy operan en TV abierta y, como última e improbable opción, que el Estado apoye económicamente la inclusión de nuevos actores, pues "la capacidad de distinguir entre Estado y gobierno es todavía criticada".
Un dato al cierre. Según la Subsecretaría de Telecomunicaciones, el 65% de los chilenos del Bicentenario no tiene televisión de pago.
Los nominados a mejor programa cultural son...
Los entrevistados hacen memoria para mencionar algún programa cultural chileno interesante que hayan visto en la televisión abierta, sin límites temporales.
- Augusto Góngora, productor ejecutivo del área cultural de TVN, destaca Cazadores de ciencia, del canal estatal, pues "en cada uno de los capítulos se sigue a un científico chileno que está en un empeño concreto, que además tiene impacto en la vida cotidiana de las personas".
- Desde Canal 13, Alberto Gesswein nomina al programa en el que trabajó durante once temporadas en la estación pública. Recuerda El Mirador , conducido por Patricio Bañados, como un "gran programa con nivel de complejidad a la hora de trabajar los contenidos".
- En su oficina de una amplia casa de Providencia, Jorge Navarrete, presidente del CNTV, destaca Los 80, de Canal 13, por tratarse de un programa "notoriamente bueno". La segunda temporada de la serie recibió 400 millones del fondo del consejo para su producción.
- El realizador Cristián Leighton señala que la oferta de televisión cultural es escasa en horas, aunque destaca que "el proyecto Bicentenario, de Canal 13, ha sido un espacio para hacer muy buenas producciones".
- Bruno Bettati, de la Asociación de Productores de Cine y TV, destaca toda la producción de Cristián Leighton: "Especialmente los programas Inmigrantes y En tu lugar, por registrar a chilenos que están desplazados de sus lugares de origen, resultando una contribución a nuestra identidad".
- Tras pensarlo, Manuela Gumucio, directora del Observatorio de Medios Fucatel, defiende a En tu lugar, de Canal 13, que "merecía mejor horario y día porque mostraba, de una manera muy poco paternalista, mundos en Chile donde una parte vive en cierto modo un apartheid social que ni siquiera notamos".