Lo que se perdío la Trienal.



En agosto del año pasado, una fuerte polémica remeció a la Trienal de Chile, que por esos días entraba en tierra derecha para su inauguración: la renuncia del artista Eugenio Dittborn a presentar sus obras, en la que era el principal homenajeado.

Se trataba de un recorrido por sus conocidas pinturas aeropostales, las que en su mayoría eran desconocidas para el público nacional. Por tanto, era una ocasión única. Pero el Premio Nacional de Arte 2005 se bajó porque su muestra no alcanzaría a estar concluida para la inauguración de la Trienal. "Mi trabajo estaría instalado como una mierdita", le dijo Dittborn a The Clinic y dejó todo claro.

Pero ahora, Dittborn se pasea satisfecho en el Museo de Artes Visuales, en la inauguración de la muestra que lleva su nombre y que se perdió la Trienal: las 13 pinturas aeropostales y cuatro videos que resumen parte del trabajo más destacado del influyente artista nacional.

Empapado de los aires bicentenarios, la exposición de estas obras de gran formato (entre los 4.20 x 5.60 metros y 2.10 x 12.60 metros) ocupan todo el MAVI y parte del Museo Arqueológico, y resumen algunas de sus preocupaciones fundamentales: la materialidad de la obra, la movilidad del arte, la fugacidad y la resistencia. Las pinturas aeropostales, comenzadas en 1984, utilizan una técnica mixta (serigrafía, grabado, fotografía impresa) y le deben su nombre al hecho de ser enviadas por correo a distintos destinos, convertidas en cartas comunes, las que al ser desplegadas recuperan su condición de obras artísticas.

Exhibidas en lugares tan disímiles como Basilea, Boston, Buenos Aires, Copenhagen, Kassel, Londres, Madrid o Nueva York, algunas de ellas pertenecen a la colección permanente de prestigiosos centros como el MoMA y de la Galería Tate de Londres. Muchas de ellas han circulado profusamente en museos y bienales internacionales, pero en el caso de diez de ellas, han permanecido inéditas dentro del país.

"Es la aeropostalidad de mis pinturas como estrategia, opción material y astucia de arte: hacer pasar una pintura como carta, llegar infaltablemente a cualquier punto del planeta, vencer el aislamiento, la separación y confinamiento internacionales. Todo eso es posible por y desde los pliegues", dijo en una entrevista anterior Dittborn sobre su obra.

La muestra exhibe además el libro Desierta, que contextualiza sus pinturas aeropostales, y recupera algunos trabajos hechos en video durante la década del ochenta, y que pertenecen a los orígenes del video arte nacional: 5 Bocetos Preparatorios para la Historia de la Música, La historia de la física y Satelitenis, entre ellos.

por Jorge Letelier